Breve explicación de la Arqueología
Trato aquí de dar una visión general de aquello llamado Arqueología, de la que muchos son apasionados, pero rara vez entendida. Y trataré de explicar también como se lleva a cabo una clásica excavación arqueológica. Yo no soy ni mucho menos un especialista en el tema, de hecho, como observación personal, es algo que me aburre, y rara vez he participado en una excavación, pero la Arqueología es de gran importancia para la Historia.
Si tuviéramos que definir la Arqueología, diríamos que es la ciencia interdisciplinar que estudia las sociedades del pasado a través de su cultura material, aplicando el método científico, partiendo de premisas ,formulando hipótesis, obteniendo datos y llegando a conclusiones, sin que exista una limitación temporal para su aplicación. ¿Y qué quiere decir esto de temporal?, pues que el método arqueológico puede ser aplicado a cualquier periodo de la historia, aunque evidentemente existen periodos en donde la arqueología es más necesaria que en otros. E interdisciplinar, ¿por qué?, porque para la investigación arqueológica se requiere de toda una serie de ciencias, desde la medicina si nos encontramos con cadáveres, la arquitectura si hallamos estructuras, o la geobotánica si queremos reconstruir la vegetación de un área determinada en épocas pasadas.
La Arqueología proporciona, así, un amplio número de datos, de gran valor, para la reconstrucción de la Historia, y por tanto el arqueólogo es al mismo tiempo, o debería serlo, historiador.
Para la Prehistoria, la arqueología es la única fuente de documentación que se posee, ello hace que en muchas ocasiones Prehistoria y Arqueología lleguen a confundirse, ya que el prehistoriador debe ser al mismo tiempo arqueólogo. También es de gran importancia la Arqueología para la Historia de la Antigüedad, cuyos datos son tan importantes como las fuentes escritas, y es el único medio por el que se obtienen, en la actualidad, más datos, pues las fuentes escritas han sido estudiadas hasta la saciedad, y raro es la vez en que se encuentran nuevos textos que desconozcamos.
Por su parte, la Arqueología Medieval está en sus inicios. Los medievalista tienen amplias fuentes de documentación escrita, y rara vez prestaron atención a los datos materiales, sin embargo, esto está cambiando en la actualidad. Mientras que para época moderna y contemporánea la arqueología que se practica es la llamada Arqueología Industrial, la cual lleva practicándose de forma reciente.
Y tras esta breve introducción, empecemos por diferenciar lo que es una prospección y lo que es una excavación. Doy por hecho de que cualquiera sabe lo que es una excavación, es decir, como se puede ver en cualquier película, el desenterrar estructuras y objetos. En cambio rara vez se muestra en las películas una prospección, quizás porque sea algo mucho menos atractivo. Pues bien, una prospección consiste en observar un terreno previamente delimitado con el fin de encontrar un posible yacimiento, averiguar su cronología, o las estructuras que nos podemos encontrar antes de iniciar la excavación. Y ¿cómo se realiza esta prospección?, pues mirando el suelo, ya sea de una forma o de otra. Aunque nos podemos apoyar de novedosas técnicas que permiten saber lo que contiene el subsuelo. Por ejemplo, se puede usar un detector de metales, pero ¡ojo!, si éste pita tan solo se realizara una anotación, no se puede excavar. En ocasiones también se suele usar la fotografía aérea, puesto que hay veces que se observa muy bien, desde el aire, las estructuras que se encuentran bajo la tierra, especialmente si es un campo cultivado.
Bien, comencemos con los pasos que habría que realizar antes de comenzar con una excavación o prospección. Lo primero será realizar una investigación previa en los archivos, en donde documentemos los usos del terreno que vamos a prospectar o excavar, propietarios, que obras se han realizado sobre él, que otras posibles actuaciones arqueológicas se han realizado, entre otras muchas cuestiones. Todo ello puede ayudar en la posterior investigación.
Una vez realizada esta laboriosa labor, deberemos comenzar con el papeleo. Es decir, hay que pedir permisos a las administraciones para que la excavación sea legal. Salir al monte con un detector de metales y excavar es totalmente ilegal, pues según la ley todo lo que se encuentre en el subsuelo es propiedad del Estado. Si nos encontráramos algún resto antiguo, y solo por casualidad, se considera hallazgo casual, siempre y cuando lo avisemos a la autoridad correspondiente. Pero volviendo al tema de los permisos, estos deberán ser pedidos, en el caso de España, a la Comunidad Autónoma y al Ayuntamiento de la localidad donde vayamos a hacer la excavación o prospección. Y si el terreno es de propiedad privada, se deberá tener permiso también del propietario, quien en principio deberá dar autorización, a no ser que el propietario use esos terrenos para subsistir, entre otras muchas alegaciones que el propietario nos podría hacer.
Evidentemente, para que los permisos sean concedidos tenemos que presentar un informe, donde pongamos que tenemos pensado hacer, que parte vamos a excavar, cómo lo vamos a hacer, y durante qué tiempo. ¡Ah! y muy importante, se debe ser Licenciado en Historia, o titulación similar, para poder dirigir una excavación.
Aunque claro, junto con todo esto, nos falta una parte muy importante: la financiación. A no ser que seamos ricos herederos, necesitaremos de un presupuesto para poder pagar todo el material que vamos a necesitar, así como al equipo humano. Normalmente una parte de este equipo humano son estudiantes de historia que acuden a la excavación de forma gratuita, pero ello no nos libra del gasto de su manutención, el sueldo de algunos técnicos en arqueología, y del material para la excavación, del cual hablaremos después. ¿De dónde sacar el dinero?, pues lo suele dar la propia administración, pero claro, que lo den para una campaña no quiere decir que lo den para la siguiente, y desde luego, a no ser que sea un yacimiento de gran importancia para los políticos, el dinero es escaso, por lo que la campaña durará no mucho más de un mes, y desde luego en un mes el terreno que se puede excavar son unos cuantos metros cuadrados con suerte.
Muy diferente es cuando la excavación es de urgencia, entonces las administraciones otorgan todo tipo de recursos para llevarlas a cabo. Y ¿qué es una excavación de urgencia?, aquella situación en la que el yacimiento corre el peligro de ser destruido de forma parcial o total. Por ejemplo, si construyendo una autopista, esta se topa con un yacimiento. En ese caso, o de desvía la autopista, o se excava el yacimiento para luego pasarla por encima.
Bien, pues consideremos que tenemos permisos, financiación y equipo. Procedamos a excavar. Y ¿qué necesitamos para excavar?, pues básicamente lo mismo que usaban en el siglo XIX: pala, pico y carretillo. Eso de las películas de usar un pincel es solo cosa de las películas. En un yacimiento básicamente lo que se hace es picar, con la pala retirar la tierra, depositándola en un carretillo, y el carretillo llevarlo a la escombrera. Eso sí, deberemos observar lo que cae en el carretillo, ya que en la tierra puede haber objetos que deben ser guardados, normalmente trozos de cerámicas.
Hay que avisar que dependiendo del tipo de yacimiento, la excavación será de una forma o de otra. En otra ocasión diré las distintas técnicas que hay, pero por lo general en yacimientos paleolíticos y neolíticos la excavación se suele hacer con mucho más cuidado, bajando en la excavación centímetros, mientras que en un yacimiento de época romana, por ejemplo, se suele excavar a base de pico y pala por estratos. Dichos estratos siempre deben ser respetados, si algún objeto se encuentra entre dos estratos, deberemos dejarlo allí, por mucha ilusión que nos haga extraerlo, hasta que se excave el siguiente estrato.
El director de excavación debe tener un diario de excavación en donde se debe anotar día por día lo que se va realizando en el yacimiento, y lo que va apareciendo. Todo debe ser registrado debidamente, ya que hay que transmitir a un futuro investigador todo aquello que se realizó. Se suele considerar que un yacimiento es un libro en el que una vez leídas sus páginas estás se destruyen, por tanto el arqueólogo debe permitir en todo lo posible transmitir el mayor número de datos posibles.
Y para aquellos que sean meros peones en la excavación, pues su trabajo poco se diferenciara a la de un albañil, lo único que en vez de construir se excava, pero recomendable para aquellos que quieran hacer musculo. Las campañas se suelen hacer en verano, por lo que hay que soportar el sol sobre nuestros cuerpos (recomendable llevar protección solar, a no ser que el yacimiento se encuentre en un lugar frio del planeta, entonces en vez del calor aguantaremos el frio). Aunque claro, para que el personal no muera, cuando el calor más aprieta, se suele llevar a cabo la limpieza, siglado, e inventariado de los materiales hallados. Laborioso trabajo cuando debemos siglar miles de fragmentos de cerámicas. Estos materiales se depositan finalmente, por norma general, en los depósitos de los museos correspondientes.
Sin embargo, cuando la campaña de excavación termina, al director aún le quedará realizar el informe de la excavación, en donde deberemos detallar lo que se ha realizado, todo ello explicado de una forma lógica, pues será lo que en el futuro estudien otros investigadores. Estos informes, o en su caso por medio de artículos, son publicados. Por tanto, la tarea más importante del arqueólogo, no es solo la recuperación de restos materiales, sino que debe interpretarlos de una forma global. Así, por ejemplo, si nuestro yacimiento es un poblado (en otro momento explicaré los tipos de yacimientos), deberemos saber si las estructuras que salen a la luz son casas, qué tipo de viviendas, si son almacenes, edificios monumentales, entre otros. Deberemos determinar la cronología del yacimiento, la sociedad que vivió en él, la vida de sus habitantes, y la relación con otros yacimientos del entorno.
También habría que explicar que la arqueología no se reduce a la típica excavación, en ocasiones se realiza la llamada Arqueología Vertical, es decir, en edificios antiguos, como por ejemplo palacios , que a lo largo de su historia han ido sufriendo distintas reformas, aunque ello entraría también dentro de la Restauración. Y mucho más compleja la Arqueología Subacuática, de la que quizás hable en otra ocasión.
En principio esto es, de forma resumida, de lo que trata la Arqueología, algo que desde luego no se parece en absoluto a esa idea de aventura dada por Indiana Jones.
En esta página se puede ver el trabajo y proceso de investigación en yacimiento arqueológico: http://unizar.es/loscastellazos/