El faraón (Faraón 1966)
Por lo general, observar al faraón en un dibujo o en un relieve no suele transmitir mucho a los alumnos. En este caso, un fragmento de la famosa película Faraón, dirigida por Jerzy Kawalerowicz en 1966, nos permite presentar al faraón en toda su magnitud.
Vemos al faraón siendo transportado hacia el trono con un amplio ceremonial y protocolo. La música crea en el espectador un ambiente trascendental. Además, el propio espectador se convierte en el propio monarca, pues la escena se ofrece desde la visión de este. Evidentemente, se trata en gran medida de una invención cinematográfica en muchos aspectos, pero nos sirve para comentar una serie de aspectos del rey de Egipto, en concreto su indumentaria y, al final del fragmento, los grupos sociales en los que se sostiene el poder del faraón.
En cuanto a la indumentaria, al faraón se le ha vestido siguiendo las representaciones que de este quedan a lo largo y ancho de Egipto. Hasta tal punto es así que el actor mantiene la rigidez de una estatua. Sea como fuere, el rey porta la doble corona: la roja (que en la película han hecho dorada), que representa al Bajo Egipto. La corona blanca, de mayor altura, que representa al Alto Egipto. En el frontal de la corona, el ureo, que simboliza la protección del monarca y que representa a la diosa cobra Uadjet. Esta tenía como función proteger al faraón pues, de acuerdo a la mitología, había amamantado a Horus y le había protegido de Seth. No suele ser el único elemento que porta en la corona, pues junto con esta serpiente puede aparecer el rostro de un buitre, que representaba a la diosa Nejbet. Ambas diosas simbolizan el Alto y Bajo Egipto bajo el nombre de Las dos Damas, uno de los títulos que utilizaba el faraón.
Porta en sus manos, cruzándolos, dos cetros. Por un lado el heka, en realidad un cayado de pastor que simboliza, precisamente, la guía que hace de su pueblo al igual que el pastor dirige el rebaño. También el Nejej, que tiene aspecto de látigo, aunque su significado es más discutido: quizás también relacionado con la dirección del ganado en origen o, no descartable, puede que simbolice la impartición de justicia.
Obsérvese como al final el monarca, sentado en su trono, queda con dos grupos de personas. A un lado, los sacerdotes, caracterizados por la cabeza rapada y apoyados sobre largos bastones; al otro, los nobles. La escena es ilustrativa, pues el monarca, pese a su poder, se sostiene gracias a estos dos grupos que, en muchos casos, están enfrentados.