Geografía

Meteorización

El relieve terrestre sufre de forma continuada un proceso externo que le da la forma que podemos observar. Es decir, el relieve está en constante cambio, aunque no lo podamos percibir. Esto ocurre en varios tiempos. Primero, una descomposición de los materiales, llamada meteorización, que será la que tratemos a lo largo de este texto. En segundo lugar, la erosión, que implica el desgaste y el transporte de estos materiales. Finalmente, la sedimentación de estos materiales en otros lugares.

La meteorización es la alteración de la roca por acción de los agentes atmosféricos, así como biológicos, por la cual la roca se descompone y se desintegra, quedando este material dispuesto para ser movido por los agentes de erosión. Los factores que influyen en la meteorización son muchos, aunque podemos advertir dos de gran importancia: el tipo de roca y el clima.

Esta meteorización puede ser mecánica o física, cuando la ruptura o desintegración de la roca no afecta a la composición de la misma. Es decir, se producen rupturas en la misma. Pero también puede ser una meteorización química, cuando la propiedad química de las rocas es transformada. Ambos se dan, por lo general, a un mismo tiempo.

 

  1. Meteorización física

La meteorización física se da por la acción del agua y el hielo, los cambios térmicos, los cambios de presión y la acción de organismos vivos sobre las propias rocas.

Respecto a la acción del agua o, en su caso, el hielo, es una de los agentes más importantes de la meteorización. Las rocas poseen poros y fisuras por donde se filtra el agua. Este hecho produce ya, de por sí, tensión en la roca. Esta tensión aumenta si se produce la gelifracción o crioclastia, es decir, el agua se hiela en el interior de la misma. La presión, por tanto, aumenta en tanto que, como es sabido, el agua aumenta su volumen al pasar del estado líquido al sólido. Evidentemente, esto sucede en climas fríos o climas que tienen una estación fría. Es habitual, en concreto, en las zonas montañosas, en donde es habitual encontrar bloques angulosos que constituyen taludes o mantos de derrubios.

Los cambios térmicos afectan a la roca debido a que los sólidos cristalinos se expanden con el calor y se contraen con el frio. Toda roca se ve sometida a cambios de temperatura, puesto que por la noche se produce un enfriamiento del entorno, mientras que por el día se calienta. Por tanto, cuanto más brusco sea este cambio, mayor será la meteorización, que en este caso puede ser (dependiendo del tipo de roca): exfoliación, si se separan capas enteras, o desmenuzamiento, si se disgregan diversos componentes.

Los cambios de presión afectan a las rocas en tanto que si esta presión disminuye, en concreto cuando los estratos superiores de esta han desaparecido, la roca se expande apareciendo fisuras y descamándose en hojas de cebolla, lo que da lugar a domos de exfoliación en las grandes masas rocosas.

Finalmente, los organismos vivos contribuyen también a la meteorización. Uno de los ejemplos más claros son las raíces de las plantas que penetran por las fisuras de la roca y, por tanto, aumenta la tensión del mismo modo que hemos dicho antes con el agua o el hielo. También los animales (y podemos incluir al hombre) excavan galerías en estas y, por tanto, la desintegración de la misma.

Los procesos mecánicos rompen, por tanto, la roca, pero esta fragmentación se da de distintas formas.  Puede ser una fractura irregular, es decir, bloques angulosos, que da lugar a amontonamientos de derrubios. Desintegración granular o desmenuzamiento, que se da en las rocas con granos gruesos, lo que conforma una especie de arena. Descamación o formación de escamas, cuando es la corteza externa de la roca la que se va desprendiendo. Ruptura en bloques, si sigue diaclasas de un bloque compacto.

 

  1. Meteorización química

Junto con la mecanización mecánica, se da la meteorización química y, en buena medida, una influye a la otra. Por lo general, es el agua el principal elemento que influye en este tipo de meteorización, aunque depende también de los productos que esta misma lleve. Así encontramos los siguientes procesos: disolución, hidrólisis, hidratación, oxidación. De acuerdo a los elementos del agua como puede ser CO2, que reacciona con los propios componentes de la roca, se producirá una reacción distinta.

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