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¿Qué día nació Jesús de Nazaret?

En otra ocasión habíamos tratado acerca del año en el que nació Jesús de Nazaret, una cuestión compleja de resolver, pero que pone de relieve que la datación por el año de nacimiento de Cristo, es decir, la era que actualmente se utiliza en Occidente, se basa en un cálculo erróneo. Toca ahora preguntarnos si en realidad Jesús, como personaje histórico, nació un 25 de diciembre tal y como anualmente se conmemora.

Si acudimos a la principal fuente del cristianismo, es decir, la Biblia, y, en concreto, el Nuevo Testamento, observamos que tan solo dos de los cuatro Evangelios hacen alusión a la infancia de Jesús: el de Lucas y Mateo. Ninguno da referencia exacta al año de nacimiento y, mucho menos, un día concreto. La principal mención a la época del año la realiza, en cualquier caso, Lucas, aunque de forma indirecta. Este nos dice que en la noche que nació Jesús un ángel se lo comunicó a unos pastores de la comarca “que dormían al raso y vigilaban por turnos durante la noche su rebaño” (Lucas 2.8). A excepción del invierno, mantener al raso al rebaño no parece extraño en cualquier otra época del año, aunque posiblemente podamos pensar, en concreto, en la primavera, cuando se produce el parto de las ovejas y se requiere de una mayor vigilancia. No obstante, se ha demostrado que toda la infancia de Jesús que describe Lucas es una mera invención para rellenar ese apartado de la vida de Cristo.

Los escritos entre los siglos primero y cuarto de nuestra era, si bien eran concisos en señalar un año concreto de nacimiento, se contradicen en el día. Clemente de Alejandría, en el libro primero de Stromata, menciona el 18 de noviembre (cuando murió Cómodo habían pasado 194 años, un mes y 13 días). Este además también hace mención a otras fechas: en el calendario egipcio Jesús había nació el 25 de Pachón, esto es el 20 de mayo.  También menciona el 24 de Pharmuthi, 19 de abril; y el 25 de Pharmuthi, 20 de abril. Un mismo autor, por tanto, nos recoge cuatro fechas distintas, aunque sin decirnos de donde sale información tan precisa.

Epifanio, obispo de Salamina, que vivió en la segunda mitad  del siglo IV d.C., nos comenta en su obra Panarion (51.22.4) que Jesús había nacido ocho días antes de los Idus de enero, esto es, el 6 de enero (fecha que según Clemente de Alejandría algunos tienen como su bautismo, aunque el mismo alude a que la secta gnóstica de Basílides esto había acontecido el 10 de enero). Más adelante (51.29.2) menciona, al igual que Clemente, otro día: veinte días antes de las calendas de junio o julio (el manuscrito que nos lo transmite no es claro), por tanto el 21 de mayo o el 20 de junio. Aunque el autor considera que esta fecha no es de nacimiento, sino de concepción, por lo que asume que la gestación del niño habría sido de siete meses si tomamos como válido el 21 de mayo, que sería la única posibilidad para que un recién nacido tuviera en aquella época alguna posibilidad de sobrevivir a tan prematuro parto.

Por tanto, tenemos nada menos que seis fechas distintas:

  • 19 de abril
  • 20 de abril
  • 20 mayo
  • 21 de mayo
  • 6 de enero
  • 18 de noviembre

En realidad, estas fechas las podemos agrupar. Como se puede apreciar, cuatro fechas se reducen en realidad a dos, puesto que 19/20 de abril y 20/21 de mayo parecen referirse a un mismo día. La discrepancia estribaría en considerar cuando se produce el tránsito entre un día y otro: con la salida del sol, con su puesta o en la media noche como es el caso romano.  Además, la diferencia entre estos dos grupos es tan solo de un mes, lo que podría indicar que, en realidad, todas estas fechas están haciendo mención a una misma en origen. La diferencia estaría en la traducción de la fecha del calendario lunar hebreo al calendario solar juliano. Observe que, hoy en día, la Semana Santa, que sigue el calendario lunar, puede caer con casi un mes de diferencia de un año a otro, siempre entre marzo y abril. Si esta hipótesis es cierta, las cuatro fechas a las que hemos hecho referencia serían una misma sola que tuvo una tradición oral durante los dos primeros siglos de nuestra era. Por otro lado, en el caso de que Lucas supiera en realidad cuando se produjo el nacimiento, podría vincularse los meses de abril y mayo con el referente a la primavera que hemos mencionado párrafos arriba.

A esa tradición se le uniría otra, la del 6 de enero, que fue la que tomaron distintas sectas cristianas como la ya mencionada de Basílides a principios del  siglo segundo d.C. Antes, en cualquier caso, también parecen haberla usado montanistas, marcionistas y ortodoxos cristianos. En cualquier caso, hasta mediados del siglo IV d.C., es frecuente la celebración en esta fecha el nacimiento en las provincias del este del Imperio. La celebración, si consideramos lo que dice Epifanio, parece que tendría relación con la fecha en que se conmemoraba el nacimiento de Aion, dios de la eternidad, en Alejandría. Concretamente, esta se llevaba a cabo durante la noche del 5 al 6 de enero en el Koreion. Así, tomar este día era una forma de sobreponer la creencia cristiana sobre las prácticas “paganas”. De ahí también, con toda probabilidad, que el nombre que se le dio al día fuera el de Epifanía, pese a que en origen palabra únicamente significaba “manifestación” del dios cuando se hacía visible.

¿Qué ocurre con el 18 de noviembre? Roland Bainton comprobó que los autores que citan el 18 de noviembre y el 6 de enero datan el año de nacimiento en años consecutivos, es decir, 3 y 2 d.C. Así, cuando Clemente nos da la primera de las fechas como habíamos visto antes, es decir, danto el tiempo que había pasado entre el nacimiento de Jesús y la muerte de Cómodo, realmente correspondería al 6 de enero si este estaba empleando el calendario de Nabonazzar, que consistía en 365 días sin la adición de un bisiesto cada cuatro años, lo que implicaba, tras 194 años, una discrepancia de 48 o 49 días entre el juliano y este.

Cristo como Helios o dios del Sol (tumba B del antiguo cementerio de la Basílica de San Pedro en el Vaticano)
Cristo como Helios o dios del Sol (tumba B del antiguo cementerio de la Basílica de San Pedro en el Vaticano)

Entonces, ante dos tradiciones distintas que se remontan a los primeros siglos tras la muerte de Jesús, ¿por qué actualmente se celebra el 25 de diciembre? La celebración del nacimiento en tal fecha se origina en la segunda mitad del siglo IV, una vez que fue establecido por el papa de Roma. ¿Qué provocó este cambio?  Se podría pensar que existía otra tradición popular de conmemorar este día y, por tanto, el cambio solo oficializó una realidad.  Se trataría de una vinculación de Cristo con el que era el día del Sol Invicto para los paganos. No obstante, el propio Epifanio (51.22.4-7) se queja de que se hubiera establecido el día de nacimiento de Cristo en una festividad pagana, quien defiende a toda costa el 6 de enero. Lo que resulta curioso es que el 25 de diciembre se estableciera progresivamente en el este del Imperio en donde estaba asentada, como hemos dicho, la fecha de enero. Esta circunstancia, en cualquier caso, parece explicar porque en la Iglesia ortodoxa griega la Epifanía tiene una importancia mayor que el día de Navidad, que cobra mayor relevancia en la Iglesia católica.

 

BIBLIOGRAFÍA:

FORSYTHE, G. (2012):”The Non-Christian Origin of Christmas”, en FORSYTHE, G., Time in Roman Religion, Routledge, Nueva York

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