Rasgos fundamentales del descubrimiento y colonización de América
En 1492 el viaje capitaneado por Cristóbal Colón descubrió un nuevo continente. Este descubrimiento se engloba en una época de hallazgos geográficos. Así, los portugueses llevaban durante el siglo XV intentado llegar a la India bordeando África, aunque no fue hasta 1488 cuando, tras cruzar el cabo de Buena Esperanza, se abrió la ruta para legar hasta allí.
En ese intento por llegar a la India, Cristóbal Colón, del que desconocemos su pasado, tenía como proyecto llegar a la especiería cruzando el Atlántico, pues el mundo, se sabía, era redondo. El proyecto fue primero ofrecido a Portugal y, más tarde, a Castilla, aceptando finalmente esta. Así, los Reyes Católicos llegaron a un acuerdo con el marinero y se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe en donde Colón, además de almirante, se convertiría en virrey vitalicio de todas las tierras que descubriera. El viaje financiado por la Corona de Castilla partió el 3 de agosto del Puerto de Palos (Huelva) y, tras hacer escala en la Gomera, partieron hacia el oeste con la Pinta, la Niña y la Santa María. Tras tres motines, la expedición oteó el 12 de octubre tierra. Más tarde descubrieron las Antillas, en concreto Cuba y La Española, creando en esta última el Fuerte de la Navidad en donde se dejó a parte de la tripulación. A su vuelta, Colón fue interrogado por los embajadores portugueses acerca de la situación del descubrimiento; pues, según el tratado de las Alcazovas, si las nuevas tierras se encontraban al sur de las Canarias, serían para Portugal. Colón indicó que lo desconocía con exactitud. Al año siguiente, en 1493, salió el segundo viaje, y Colón envió a Castilla tal posición: al norte, pese a que no era cierto. Los Reyes Católicos hicieron entonces un nuevo tratado con Portugal en 1494, el de Tordesillas, por el que por medio de un meridiano se dividía el Atlántico: el Oeste para Castilla y el Este para Portugal.
Colón acabó siendo destituido como virrey y almirante hacia el 1500, y los monarcas se vieron libres para iniciar viajes para explorar las nuevas tierras, que al parecer eran las de un nuevo continente. El objetivo era por tanto buscar el paso hacia la India, algo que descubrió Magallanes y El Cano al dar la vuelta al mundo por primera vez en 1522.
Además, se inició también la conquista del continente americano, que duró hasta el siglo XVIII; pero los principales territorios fueron conquistados en la primera mitad del siglo XVI. Así, por ejemplo, Hernán Cortés conquistó el Imperio azteca (actual México) y Pizarro el Inca (actual Perú). La rapidez se debía a las armas de fuego y al uso de los conflictos entre los distintos pueblos indígenas en propio provecho de los conquistadores.
Para colonizar las nueva tierras con población peninsular, sobre todo se entregaron tierras, en muchas ocasiones mediante presura. Se intentó en todo caso que no se formaban señoríos, así que las encomiendas, que sí que daban la jurisdicción sobre los indios que vivían en un determinado territorio, no eran a perpetuidad. Estas encomiendas tenían como misión evangelizar a los indios, impidiéndose que fueron hechos esclavos o se les maltratase, aunque esto último fue habitual. En cualquier caso, la mortalidad de la población nativa fue alta por las enfermedades que traían los colonos.
Sea como fuere, se creó en América una sociedad de castas en donde la posición social lo marcaba el color de la piel fundamentalmente. No solo por el cruce entre blancos e indios, sino también entre estos y los esclavos negros que fueron llevados desde África, así como población asiática. Evidentemente, los blancos, llamados criollos, ostentaban la posición mas alta en las Indias occidentales. Además, se procuró, en cualquier caso, que los pobladores que llegaran a América tuvieron pureza de sangre, es decir, que no existieran ni judíos, herejes o musulmanes entre sus ascendientes.
Para administrar los nuevos territorios, la monarquía hispánica creó un entramado institucional en donde destacan la creación de dos grandes virreinatos: Nueva España y el Perú, que en el siglo XVIII se ampliaron a cuatro al crearse los del Río de la Plata y Nueva Granada. De igual forma, Brasil era un virreinato de la corona portuguesa. Al frente de los virreinatos se encontraba un virrey que actuaba en el territorio en nombre del rey. Además, en la Península se crearon dos organismos más: por un lado, la Casa de Contratación, que se encargaba de la administración de todas las mercancías que iban y venían de América; por otro lado, el Consejo de Indias, que asesoraba a los monarcas sobre la política americana.