blogSin categoría

Segovia

Existe en España una ciudad que, según su leyenda, fue fundada por un descendiente de Noé. Otros mitos consideran que parte de sus grandes monumentos fueron creados por el mismísimo Satán. Se trata de Segovia, situada en la Meseta Norte, en la región de Castilla y León, justo tras cruzar el Sistema Central desde el sur.

Si fue la progenie del constructor del arca el que puso la primera piedra, se duda. Lo que sabemos es que fue una fundación romana, aunque los vestigios arqueológicos parecen indicar presencia celta previa. Abandonada desde el siglo VIII d.C., como el resto del valle del Duero, tras la conquista arabobereber, no fue hasta hasta el siglo XI, en el reinado de Alfonso VI ,cuando la ciudad volvió a ser tal.

En la actualidad la ciudad cuenta con poco más de 150.000 habitantes. Pese a su dimensiones, la ciudad tiene un rico patrimonio. Recorrerlo, al menos intramuros, es ciertamente sencillo, pues para ver la mayor parte de los sitios de interés tan solo hay que iniciar el ascenso hasta el alcázar y, posteriormente, descender.

Acueducto en la plaza Azoguejo

El punto de partida, y también por antigüedad de la construcción, es sin duda alguna el acueducto. En concreto en la plaza del Azoguejo, en donde encontramos una replica de la loba capitolina regalada por Roma a cambio de una piedra de la construcción. Independientemente de ello, el acueducto es la obra de ingeniería romana más famosa de la península. Un testigo imperecedero de los acontecimientos, que ha logrado sobrevivir milagrosamente casi en su totalidad, pese a los intentos por destruirlo, pues Al Mamún derribó 36 arcos, y Afonso VI levantó la muralla usando alguna de sus piedras. Por su puesto, como se decía al comienzo, la leyenda indica que el Demonio hizo un pacto con una joven que debía ir todos los días a buscar agua: le construiría esta canalización a cambio de su alma. Pero en las clausulas del contrato, el Demonio especificaba que debía construirlo antes del amanecer. Después de que la joven se arrepintiera e implorara auxilio a la Virgen, esta hizo que amaneciera justo antes de que la última piedra fuera fijada.

Casa de los Picos
Estatua de Juan Bravo

Desde la plaza Azoguejo, uno se puede dirigir hacia la principal arteria de la ciudad: la Calle Real, nombre que denota los orígenes de su refundación medieval. No obstante, que nadie busque ningún cartel con este nombre, pues en realidad los diversos tramos de la misma tienen hoy en día denominaciones distintas: Calle Cervantes, Calle Juan Bravo, Plazuela del Corpus, Calle Isabel la Católica. A lo largo de este recorrido, además de la amplitud de tiendas, bares y restaurantes, encontramos varias casas señoriales, pero si debemos señalar una, que causa cierta sorpresa, es la conocida por la Casa de los Picos (actualmente escuela de Artes), pues cada uno de los sillares dela fachada esta esculpido con un pronunciado pico. Dice la tradición que tocarlos trae buena suerte. Otras que se pueden señalar, y que hoy por lo general albergan distintas instituciones, son la Casa de los del Río, el palacio del Conde Alpuente, y cerca el edificio de la Alhóndiga, antiguo almacén y hoy Archivo Municipal. También el torreón Loxoya, la Casa de Juan Bravo, el famoso comunero, que tiene también una estatua. El Hospital de los Viejos, que actualmente se ha convertido en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente. En la Cárcel Vieja está la biblioteca pública. Más alejada, otra casona, la llamada del Hidalgo, acoge el Museo Rodera-Robles.

En este recorrido, y una vez pasado el mirador, que permite contemplar la llamada Mujer Muerte (alineación de montañas que tiene este aspecto), encontramos el Monasterio del Corpus, situado en la zona de la derecha conforme ascendemos. Este monasterio, todavía habitado por religiosas, y en donde se puede comprar repostería realizada por las monjas, tiene una iglesia, antiguamente Sinagoga Mayor, que puede visitarse, aunque un incendio hace que esta sea básicamente una total reconstrucción. Cerca encontramos un Museo de la Judería, antigua casa de Abrahan Senneor, pues en esta zona se encontraba, en efecto, la antigua judería, cuyas caches estrechas recuerdan a este tipo de barrios. En el antiguo matadero de este barrio, hoy conocida como Casa del Sol, encontramos el Museo de Segovia. Desde la judería se puede llegar al antiguo cementerio judío siguiendo la señalización.

ábside de la catedral

En esa subida, más o menos a mitad camino, se encuentra la Plaza Mayor y, en ella, la catedral. Se construyó entre los siglos XVI y XVIII, pues sabido es que tales templos se demoran en el tiempo. Pese a iniciar las obras en tal siglo, el estilo elegido fue el gótico y, de hecho, es la última catedral gótica construida en España. Como suele ser habitual, tiene Museo Catedralicio con las colecciones de tapices, esculturas y pinturas. Dice la leyenda, que el Diablo ayudó en su construcción, aunque fue finalmente engañado también.

Relativamente cerca a la catedral, podremos hacer una parada en la puerta de San Andrés, una de las varias puertas que tenía la muralla, que todavía puede contemplarse básicamente en su totalidad. Precisamente en la mencionada puerta, podremos acceder a la parta superior, así como a una zona de interpretación de la muralla.

Alcázar

Al final del camino, en la zona más alta, se encuentra el Alcázar. Data de los siglos XII y XIII. Además de para la defensa de la ciudad y su territorio, el edificio ha tenido diversos usos: hubo un observatorio astronómico mandado construir por Alfonso X el Sabio, y allí se celebraron bajo su reinado dos veces Cortes; fue prisión también, y en tiempos de Carlos III se convirtió en la sede del Real Colegio del Armada de Artillería, siendo así la primera academia militar que se constituyó en España. En 1862 se incendió y arrasó el interior. Actualmente es el Archivo Histórico Militar de Segovia. Como hecho sombrío, desde allí cayó el infante don Pedro, hijo de Enrique II, y su aya fue a continuación según se dice ante las represalias que sobre ella pudieran caer. Actualmente en su interior se puede ver exposiciones de armas y documentación diversa. Forma parte del conjunto, en la explanada del mismo, la Casa de la Química, que fue el primer laboratorio de estas características en España en época de Carlos III.

En ese ascenso hasta formidable fortaleza, no dejaremos de ver iglesias románicas, pues son muchas las que tiene Segovia. La primera que podemos mencionar es la de San Millán, la de mayor tamaño e inspirada en la catedral de Jaca y, de hecho, fue un rey de Aragón, Alfonso I el Batallador quien mandó construirla. Importante es también la de San Martín, más antigua. Otras son las de San Andrés, que destaca por su torre mudéjar, y la de San Nicolás. San Juan de los Caballeros es Museo Zuloaga actualmente. Destaca el campanario de la de San Esteban. Y la de San Salvador, que al estar cerca del acueducto se emplearon sillares de este. En el interior de esta última hay importantes frescos y el Cristo de los Gascones.

Monasterio de Santa María del Parral

Fuera de los muros, San Lorenzo y la iglesia de la Vera Cruz. En esta última los caballeros de la Orden de malta realizan los Viernes Santo una procesión nocturna. Desde el alcázar se puede observar el la soledad de esta iglesia en la inmensidad del paisaje castellano. Aunque no es románico, no podemos olvidar el Santuario de la Virgen de la Fuencisla, patrona de la ciudad.

También extramuros son varios los conventos que existen, algunos visitables y todavía con comunidades religiosas como Santa Cruz la Real, del siglo XV, que mantiene una congregación de dominicos. Precisamente, fue prior de este convento Tomás de Torquemada. Actualmente es una universidad privada. Podemos mencionar también el de las Carmelitas Descalzas, donde vivió San Juan de la Cruz y en donde está enterrado. San Antonio el Real destaca por sus importantes artesonados mudéjares. De estilo gótico es el del Parral, aunque también con elementos mudéjares y platerescos; actualmente habitado por monjes jerónimos. Finalmente, San Vicente el Real y ya del siglo XVII el de los Capuchinos. Sin función monástica, San Francisco, en donde está la Academia de Artillería.

Podemos también visitar la Real Casa de la Moneda, actualmente musealizado, que se encuentra a orillas del río Eresma. También la Casa de Antonio Machado, pues el poeta fue profesor de francés en la ciudad. En el cuartel de San Fernando, al pie del acueducto, está actualmente el Museo de la Academia de Artillería. Si bien no en Segovia capital, cerca se encuentra uno de los Sitios Reales más conocidos, La Granja de San Ildefonso, un palacio construido por el primero de los Borbones, Felipe V, y que se inspira en Versalles.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies

This site is protected by wp-copyrightpro.com