Franco: «Caudillo de España» – Paul Preston
Paul Preston, Franco:“Caudillo de España, DeBolsillo, Barcelona, 2006
El prestigioso hispanista Paul Preston, dedicado al estudio de la reciente historia de España, realiza con esta obra biográfica un minucioso análisis, a lo largo de veintiocho capítulos, sobre Franco, tanto del personaje en sí mismo como de su contexto en la historia de España con el objetivo de dar a conocer “al menos conocido de los grandes dictadores del siglo veinte”.
Quizás sea el hecho de no ser español lo que le ha permitido mantener la objetividad y realizar una obra crítica. Preston no ha vivido la dictadura, ni ha estado sometido a la idea que esta plasmó en la población de sí misma. De esta forma, se ve libre de compromisos y de influencias. Para este trabajo, se ha basado en una amplia bibliografía y documentación.
Franco, en palabras de Preston, “estaba envuelto en las brumas de una oscuridad cuidadosamente generada”, puesto que el dictador construyó a su alrededor un mito: el militar que salva a España de sus enemigos, el hábil dirigente que soportó la presión nazi, y el caudillo que proporcionó a España años de prosperidad. Frente a ello, Preston desmiente ese relato idealizado, dejando ver a Franco como un militar ambicioso, implacable y oportunista, el cual admiraba a Hitler y Mussolini. En general, un dirigente político que no supo comprender la complejidad del Estado y la economía moderna.
Como buena biografía, abarca dos aspectos importantes: por una parte, el contexto histórico en el que se engloba el personaje. De hecho, es el protagonista de cuarenta años de la historia de España del siglo XX. Por otro lado, la propia personalidad de Franco, el cual es presentado como una persona fría, dura, imperturbable, de arraigada creencia católica y que creyó en todo momento en la existencia de un peligro comunista real. Pero, ante todo, un hombre que supo aprovechar la oportunidad para escalar en el ejército y convertirse en el líder indiscutible del bando golpista, con el cual se mantuvo cauteloso hasta que este no estuvo seguro de que triunfaría. Tras la guerra, uso “su habilidad para evitar la definición concreta”, tanto en la política interior como en la exterior, jugando siempre a varias bandas, lo que le permitió, junto con el uso del terror, mantenerse en el poder: “eliminando con decisión a sus enemigos pero conservando la lealtad de los integrantes de la coalición nacional con astucia y una percepción de la debilidad humana digna de un hombre que había aprendido política entre las tribus de Marruecos”.
La biografía abarca desde el nacimiento del dictador español hasta su muerte en 1975. Pero ante todo, son los años de la Guerra Civil y la Postguerra los que más espacio ocupaban, nada menos que diecisiete de los veintiocho capítulos. Los años posteriores a 1950 se abordan en tan solo seis capítulos.
Algo novedoso en la investigación sobre el tema es el uso de fuentes y documentos extranjeros, algo que en muchas ocasiones se suele olvidar, lo que ya de por sí permite ver el gran trabajo que conlleva la visita de archivos ingleses, franceses, italianos, alemanes y estadounidenses principalmente. De esta manera, podemos apreciar la visión que se tenía de Franco y de España en el exterior. Mientras en el interior este era adorado casi como un monarca, en el exterior no dudaban en calificarlo de “general chaquetero” -según The Time-, “sargento mayor venido a más” -por Goebbels-, entre otros muchos descalificativos. Preston muestra, en cualquier caso, una gran importancia por la diplomacia que Franco mantuvo durante todos sus años de gobierno, por lo que, con frecuencia, hace alusión a embajadores y a la postura que las principales potencias mantuvieron con España.
En conclusión, es una obra muy detallada que mantiene en todo momento el análisis y objetividad de los hechos, la cual recoge aspectos muy minuciosos de la vida de Franco, algunos sin apenas importancia, tanto a nivel personal como a nivel político.