Historia Contemporánea de España

Discurso de Clara Campoamor (comentario)

Discurso de Clara Campoamor

Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.

No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.

Cada uno habla en virtud de una experiencia y yo os hablo en nombre de la mía propia. Yo soy diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales. La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo.

No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven; que ha sido simpatía y apoyo para los hombres que estaban en las cárceles; que ha sufrido en muchos casos como vosotros mismos, y que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella.

Discurso de la diputada Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados en el debate constituyente, 1 octubre de 1931. Fuente: El País, 1 de octubre de 2015.

Texto y preguntas aparecidos en el examen de Evau de Aragón en la convocatoria ordinaria de 2021

 

Clasifica el texto, explica quién es su autora y los destinatarios.

El texto que aquí se nos indica que comentemos es circunstancial y de naturaleza política, pues se trata de un discurso. Este fue realizado por Clara Campoamor, quien era abogada, defensora de los derechos de las mujeres y, en aquel momento, una de las tres primeras diputadas que se sentaron en las Cortes en la historia española. El tema del mismo es político y, en concreto, el derecho al voto de la mujer. Lo pronunció el 1 de octubre de 1931 ante las Cortes constituyentes españolas, por lo que el destinatario son los diputados. El fragmento de este texto ha sido extraído de El País, donde se publicó el 1 de octubre de 2015, se supone, por la fecha, para conmemorar el aniversario del discurso.

 

Analiza el texto y resume sus ideas principales.

La principal idea que Clara Campoamor expresa es que se debe dar el derecho al voto a la mujer. En aquel momento se estaba redactando la Constitución de 1931 y ese derecho se estaba debatiendo, ya que algunas de las fuerzas políticas que allí tenían representación estaban en contra de esto, no por el mero hecho de que consideraran a la mujer inferior, sino porque creían que la mujer era más conservadora y estaría influenciada por la Iglesia, lo que provocaría que estas votaran a elementos no republicanos.

Considera la diputada que se trata de una fuerza de gran importancia que debe incorporarse a la vida política, al igual que en el pasado ya hicieron otros sectores sociales, poniendo de ejemplo cómo en la Revolución francesa un amplio sector social, el Tercer Estado, que estaba marginado de la vida política, acabó por incorporarse al Estado.

Indica también que sería un error prescindir de esta fuerza; lo justifica considerando que la mujer dejará de apoyar la República para tender a otras opciones políticas. Las más conservadoras pedirán la dictadura, pues en época de Primo de Rivera se permitió que la mujer votara en las elecciones municipales si eran cabeza de familia e incluso en el proyecto de Constitución de Primo de Rivera se recogía el derecho al voto para ambos sexos. Las mujeres más progresistas, sin embargo, acudirán al comunismo, que propone la igualdad no solo económica, sino también entre géneros. Así pues, la República ganará un gran apoyo social si la mujer tiene este derecho; al fin y al cabo, podemos añadir, las mujeres eran y son la mitad de la población. Campoamor también alude, en contra de lo que pensaban muchos, que la mujer deseaba participar en la vida política y que participaban, al igual que los hombres, en los mítines.

Alega la diputada que la mujer ha sufrido tanto como los hombres para que la República se proclame. En efecto, tan solo hay que ver imágenes o vídeos del 14 de abril para observar como tanto hombres como mujeres salieron a la calle a apoyar la proclamación de la República. Acaba este fragmento del discurso alegando que la mujer tan solo puede aprender a participar en cuestiones políticas si se le da esa posibilidad, a diferencia de los que opinaban que el derecho al voto debía aplazarse porque la mujer no estaba todavía preparada para participar en los asuntos políticos.

 

Explica el contexto histórico del discurso y el resultado del debate sobre el sufragio femenino.

Tras siete años de dictadura, Miguel Primo de Rivera dimitió en enero de 1930. Alfonso XIII pretendió volver al sistema de la Restauración, pero el nuevo presidente del Gobierno, Berenguer, nunca convocó elecciones generales. Los partidos republicanos, tanto de derecha como de izquierda, así como los socialistas realizaron el Pacto de San Sebastián para establecer una República democrática por medio de un golpe de Estado. Este fracasó en diciembre de aquel año, pero poco después dimitió Berenguer. El almirante Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931 y los integrantes de aquel pacto se presentaron en coalición. Republicanos y socialistas ganaron en las zonas urbanas; el día 14, la República fue proclamada.

El Comité Revolucionario se convirtió en el Gobierno provisional de la República formado por las fuerzas de Pacto de San Sebastián. Este Gobierno convocó elecciones en junio, en donde se volvieron a presentar en coalición y consiguieron la gran mayoría de los escaños en las Cortes. Sin embargo, pese a que dejaron que las mujeres pudieran presentarse a las elecciones, el voto siguió siendo universal masculino. La nueva constitución debía ser la que otorgara ese derecho, lo que fomentó un amplio debate, pues, como ya hemos dicho, se quería aplazar tal derecho, como defendía otra mujer, Victoria Kent, ante el temor que suscitaba que las mujeres se guiaran por las fuerzas reaccionarias de la Iglesia. Finalmente, la votación del artículo de la constitución que otorgaba ese derecho fue aprobado, por lo que las mujeres tuvieron por primera vez el derecho al voto en España. Lo pudieron poner en práctica en las elecciones de noviembre de 1933; entonces ganó la derecha, en concreto la no republicana, culpándose a las mujeres del resultado. Sin embargo, fueron otros factores los que determinaron el resultado adverso para socialistas y republicanos: presentarse separados y la derecha no republicana en coalición. De hecho, en febrero de 1936 también tenían derecho las mujeres al voto, pero el resultado fue distinto: el Frente Popular ganó la mayoría de los escaños, en este caso por ir en coalición.

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