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Facha – Jason Stanley

Jason Stanley, Facha, Blackie Books, Barcelona, 2019

Facha. Ese es el título del libro de Staley en la versión española. Muy llamativo, desde luego. Sin embargo, su título en versión original nos esclarece mucho más el contenido de esta obra: How Fascism works. Es decir, el funcionamiento de los fascismos.

Pero más que hablar de regímenes fascista, de lo que trata el autor es de políticas fascistas, que son las que están usando partidos de ultraderecha hoy en día, y que las están asumiendo otros partidos de la derecha. Unas políticas que, por otro lado, las estamos ya normalizando como si se tratara de algo normal, pero que socavan la esencia pura de la democracia: la diversidad, la tolerancia y la igualdad.

La tesis principal del autor es la división que la política fascista realiza entre el “nosotros” y “ellos”. Los “buenos” patriotas y el resto que quieren vivir de los primeros. Para llevar a cabo esta división, los políticos fascistas se refugian en varias tácticas, que el autor nos recoge en diez capítulos, dedicando cada uno a una política concreta, de las que por supuesto se pueden extraer otras tantas. De una u otra forma, todas ellas están relacionadas.

Como autor estadounidense, los ejemplos son ante todo de Estados Unidos, y no solo de la época de Trump, sino de políticas que se han llevado a cabo en dicho país tanto en el siglo XIX como en el XX. En cualquier caso, los ejemplos nos permiten observar cómo han resucitado las políticas que ya llevaron a cabo los regímenes fascistas de los años 30. Además, un prólogo del libro escrito por Isaak Rosa pone de manifiesto las mismas políticas que actualmente ciertos partidos han adoptado en España.

Así pues, el primer capítulo está dedicado al pasado mítico. En efecto, el uso de una historia nacional manipulada que hace creer en la supuesta grandeza de la nación en tiempos anteriores. Tiempos en que la nación era gobernada por gente normal, por buenos patriotas, gente como los votantes a los que quieren encandilar. Así, los políticos fascistas prometen volver a los “buenos tiempos”, pues hacen suyo el dicho “todo tiempo pasado fue mejor”.

La propaganda es el otro elemento que utilizan los fascistas. Tiene como objetivo convencer a una gran mayoría, haciendo creer que defienden intereses nacionales, cuando en realidad sus políticas únicamente benefician a unos pocos. Por medio de esta propaganda es como se genera la irrealidad (cuarto capítulo) que hace creer que existe una amenaza contra la mayoría de la nación, la gente de bien, corriendo rumores sobre todos aquellos grupos a los que se oponen: inmigrantes, feministas, homosexuales, marxistas, etc. Repetir constantemente una mentira para convertirla en una verdad.  

Evidentemente, como nos índica en el tercer capítulo, es una política antiintelectual, pues no se busca el debate, sino la confrontación. Se atenta contra la diversidad de opiniones, al mismo tiempo que se hace creer que todas las opiniones son igual de válidas, de tal forma que se desprestigia a las instituciones y a la propia universidad por pretender imponer la verdad demostrada científicamente. En definitiva, chillar más para hacer creer que se tiene razón.

Sus políticas excluyentes, entre el nosotros y el resto, y, por tanto, la jerarquía (quinto capítulo), la presentan como algo natural. Un darwinismo social en donde el más fuerte sobrevive, así que la igualdad para ellos no existe. Y estas amenazas de otros grupos que no son los de la nación o que se excluyen de ella, hace que el movimiento fascista sea victimista (capítulo 7), presentando a la mayoría que tiene más privilegios como los más perjudicados.  Precisamente esos grupos, ajenos a la nación, son los que supuestamente generan violencia, presentándose así los partidos fascistas como garantes de la ley y el orden (capítulo 7)

El capítulo de “Ansiedad sexual” se dedica a la idea de la preservación de la raza y del patriarcado, por eso el odio hacia el feminismo y los inmigrantes. Los mitos de violadores pertenecientes a estos últimos, o las políticas sobre la familia “natural” y la obsesión por la natalidad.

Sodoma y Gomorra es el penúltimo de los capítulos. Allí se nos explica como la ciudad se convierte en el lugar en donde, por su mayor diversidad, se encuentran aquellos grupos que los fascistas pretenden eliminar. Así, las zonas rurales adquieren para las políticas fascistas una mayor pureza.

Finalmente, el libro acaba con el capítulo Arbeit match frei (el trabajo te hace libre), lema que se encontraba a la entrada del campo de Auschwitz. Aquí observamos como el fascismo toma la meritocracia para usarla en su favor y considerar que el Estado no debe ayudar a nadie. Cada uno se debe ayudarse a sí mismo por medio de su trabajo.

Tras su lectura y la multitud de ejemplos que nos da de hoy y de ayer, el autor consigue el objetivo propuesto, que no es solo el de explicarnos las políticas fascistas, sino como estas están entre nosotros y, sobre todo, como muchos de nosotros nos hemos dejado convencer por ellas como si fuera algo lógico, sin profundizar más allá del bombardeo de mensajes breves y repetitivos.

 

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