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El triunfo – La caída del Imperio romano

El triunfo o triumphum era una ceremonia romana con carácter militar y religioso. La concedía el Senado a los generales victoriosos —que hubieran dado muerte a un amplio número de enemigos— durante el periodo de la República; más tarde, la monopolizó el emperador, como es el caso de este fragmento, perteneciente a la película La caída del Imperio romano (Anthony Mann, EE.UU., 1964), en el que tal desfile es protagonizado por Cómodo. En cualquier caso, nos permite imaginar como era una de estas gloriosas ceremonias.

El triumphator, término con el que se designaba al comandante victorioso, vestía a semejanza de Júpiter como si encarnara a este: toga purpurea y el rostro pintado de minio como el color de la estatua de Júpiter en el capitolino. Más tarde fue sustituida por la toga picta, de igual color, pero que tenía una mayor cantidad de pliegues que la toga exigua de origen etrusco. No obstante, en este fragmento de la película no se observa tal vestimenta. Erróneamente, aparece con vestimenta militar. Esto jamás fue así, pues se considera que la guerra había terminado y, de hecho, en el Pomerium los magistrados abandonaban el mando militar. Era excepcional el desfile de las legiones en este recinto en el triunfo, que en cualquier caso iban desarmadas.

Además del ejército victorioso, ante los ojos de la ciudad de Roma desfilaban los enemigos cautivos, en concreto sus líderes, así como el botín incautado a estos. Este desfile salía desde el Campo de Marte hasta el centro de la ciudad, en concreto el Foro, como observamos en este fragmento. De hecho, la escena se caracteriza por la reconstrucción de un fidedigno foro donde podemos distinguir alguno de los principales edificios. En esta zona, aunque tampoco se muestra, se daba muerte a tales prisioneros.

El imperator, que hace el desfile en cuadriga, asciende después hacia el Capitolio y al bajar del carro podemos ver que un esclavo que va detrás de él le dice «recuerda que eres mortal». Según Tertuliano, la frase era «Respice post te! Hominem te esse memento!»; algo así como: «¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre». Más o menos el sentido es el mismo: no eres un dios, eres mortal, morirás tarde o temprano. De hecho, parece que la frase dio lugar a la famosa expresión «memento mori». No es para menos, en la apoteosis de aquel acto, ¿quién no podría creerse que en realidad uno se había transmutado en Júpiter? Bien había que recordarlo para que no hubiera malos entendidos.

Sea como fuere, allí el triunfador penetra en el templo de Iupiter Optimus Maximus. En su interior, según la película, encuentra el protagonista una enorme estatua de este dios. En efecto, así era, pero aquí se ha elegido imitar la gigantesca estatua de Zeus en Olimpia, que fue realizado, al igual que la Atenea de la Acrópolis, por Fidias. En cualquier caso, los triunfadores depositaban aquí la corona de laurel como ofrenda, dando por concluido el desfile.

 

Propuesta
1. Describir el desfile después de visionar el fragmento.

2. ¿Qué frase le dice al triumphator la persona que va detrás de él? ¿Por qué?

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